Los demòcratas y los republicanos tienen que ser muy creativos y audaces, por demàs, para demostrar al electorado que tienen capacidad para desenredar la crisis que hoy mantiene en vilo al sistema financiero de los Estados Unidos.
De pronto, todas las prioridades de la campaña electoral se vuelcan hacia este objetivo, y forzosamente el discurso de los candidatos McCain y Obama tiene que seguir el hilo de esta direcciòn.
El pueblo norteamericano espera que el futuro presidente—junto a su equipo—garantice visiòn y capacidad, inteligencia y pragmatismo, para manejar una crisis que ha puesto en severo riesgo la estabilidad de la economìa mas grande del mundo y que amenaza, con sus multiformes consecuencias, al resto de las economìas planetarias.
Los demòcratas y los republicamos estàn obligados a un compromiso real, no demagògico ni episòdico, para salir del atolladero, porque en definitiva lo que està en juego es el empleo, el ingreso y el bienestar de un pueblo al que quieren representar y conducir por los caminos de la felicidad y la estabilidad.
La opinión de Miguel Franjul 