Chávez y la estocada final contra la prensa libre de Venezuela

En el sistemático proceso de sofocar la libertad de prensa en Venezuela, el gobierno de Hugo Chávez se alista para darle pronto la estocada final.

Su reciente reforma constitucional, aprobada el 25 de octubre y pendiente de aceptación mediante un referéndum el 2 de diciembre, incluye un artículo que le permite a Chávez decretar el estado de excepción ilimitado, bajo el cual ninguna libertad, ni derecho civil tienen garantías.

En tales circunstancias, el Presidente tendría la facultad de restringir el derecho al debido proceso y a la información, dos garantías que estaban consagradas en la Constitución bolivariana de 1999.

Los gobernantes que pretenden afincarse infinitamente en el poder recurren a estos estados de excepción para provocar la quiebra del Estado de Derecho, como ocurrió con Trujillo en 1942 y como acaba de ocurrir con Musharraf en Pakistán, con el propósito de suprimir todo aliento de libertad de sus pueblos.

Alarmados por estas siniestras intenciones, tanto la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) como Reporteros sin Fronteras (RSF) han iniciado una campana mundial para denunciarlas y advertir los peligros de que la libertad de prensa y de expresión sean definitivamente ahogadas en Venezuela.

Ya Chávez ha dado muestras de su intolerancia, cancelando la licencia de Radio Caracas Televisión y otros 48 canales, acosando a periodistas y ejecutivos de medios de comunicación y ahora quiere coronar esa esquizofrénica cadena de agresiones con la reforma del artículo 337, que suprime -en una situación de emergencia indefinida en el tiempo- el acceso del público a la información.

Estas intenciones contravienen la Convención Interamericana sobre los Derechos Humanos, los fundamentos de la Corte Interamericana de Justicia y la Declaración Universal sobre los Derechos Humanos y el inviolable derecho del pueblo a estar informado sin cortapisas de ningún género, y conducen a la definitiva implantación de otra odiosa dictadura en nuestro continente.

Los pueblos libres de América no pueden permitir que esta desenfrenada cadencia de atropellos siga poniendo al borde del abismo las conquistas democráticas del pueblo venezolano, ya languidecientes en medio de una revolución que sólo está en la psiquis de su Presidente.


EL AUTOR ES MIEMBRO DE LA COMISIÓN CONTRA LA IMPUNIDAD DE LA SIP Y DEL COMITÉ EJECUTIVO DE LA ASOCIACIÓN MUNDIAL DE PERIÓDICOS (WAN). ENVÍE SUS COMENTARIOS A: LAOPINIONDEMIGUELFRANJUL.BLOGSPOT.COM

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